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Gestión de la Materia Orgánica

Dentro de la gestión de los residuos la materia orgánica o biorresiduo es uno de los residuos que a nivel municipal no se estaba sacando ningún partido, iba mezclado con los residuos considerados resto y terminaba en el vertedero.

El hecho de que no se haya aprovechado antes dicho residuo se debía a que las instalaciones municipales no estaban adaptadas para dicha gestión.

Ahora todas las administraciones se están poniendo las pilas en relación a la gestión de la materia orgánica porque la Unión Europea, a través de su Directiva 2008/98/CE de residuos, establece que a más tardar el 31 de diciembre de 2023, los biorresiduos se deben recoger de forma separada o reciclarse en origen (por ejemplo, mediante compostaje).

Esto está haciendo que veamos en nuestras ciudades, y dentro de poco en pequeñas localidades, un nuevo contenedor, el famoso, o no tan famoso, “quinto contenedor”, normalmente de color marrón o  con tapa marrón.

Materia orgánica
Cubo de materia orgánica / Imagen: EcoMedioAmbiente

Tenemos que tener en cuenta, que al igual que ocurre con la separación en origen del resto de residuos, el papel de los ciudadanos es esencial y estar informados de cómo gestionarlo es fundamental, y más sabiendo que alrededor del 47% de la basura que generamos es materia orgánica y que se puede sacar un gran partido con su gestión. El objetivo de este post es dar a conocer qué es lo que se considera materia orgánica y qué podemos echar en este nuevo contenedor.

Antes de entrar en el tema del post me gustaría comentar algo sobre el dato que antes he mencionado sobre la cantidad de residuos de materia orgánica que generamos.

Todo la gestión de los residuos se basa en las buenas prácticas de los ciudadanos, pues los residuos los generamos nosotros y nuestras decisiones son las que determinan qué cantidad y qué tipo de residuos acumulamos.

En el caso de la materia orgánica posiblemente se vea más claro lo que supone aumentar su cantidad en nuestra bolsa de basura, implica que estamos tirando mucha comida, cosa que nos tiene que hacer pensar pues posiblemente una parte de dicha comida se puede aprovechar.

Según AECOSAN se estima que en los hogares españoles se tiran 1,5 millones de toneladas de comida al año, 76 kilos al año por hogar. Como podéis imaginar es un tema que da para otro post.

¿Qué se considera materia orgánica o biorresiduo?

Según la Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados, la materia orgánica o biorresiduo se considera a todos los residuos biodegradables de jardines y parques, residuos alimenticios y de cocina procedentes de hogares, restaurantes, servicios de restauración colectiva y establecimientos de venta al por menor; así como, residuos comparables procedentes de plantas de procesado de alimentos.

De forma resumida se puede decir que la materia orgánica o el biorresiduo son todos los residuos biodegradables, es decir, que proceden de algún ser vivo, ya sea animal o vegetal, que de forma natural sufren un proceso de descomposición, algunos ejemplos son:

  • Restos de frutas y verduras
  • Restos de carne y pescado cocinados
  • Restos de carne y pescado sin cocinar
  • Cáscaras de huevos, mariscos y frutos secos
  • Otros restos de comida: como son las sobras de pan
  • Infusiones y posos de café
  • Tapones de corcho, cerillas y serrín
  • Restos de plantas secas
  • Servilletas y papel de cocina sucios*
  • Cajas de pizzas si están manchadas de grasa

* Solo podemos echar las servilletas y el papel de cocina al contenedor marrón si están manchados de restos de comida. En el caso que estén manchados de algún producto químico, por ejemplo, limpiador de vitroceramica, no se puede echar, en este caso dicho papel iría al contenedor de resto al no poderse reciclar.

Residuos orgánicos
Ejemplos de algunos residuos orgánicos / Elaboración propia

¿Qué se puede hacer con la materia orgánica?

A la materia orgánica se le puede sacar un gran partido, nos podemos animar a hacer nuestro propio compost en casa, y así tener un buen abono para nuestras plantas, o si tenemos la suerte de vivir en el campo, y tener animales, podemos aprovechar los restos de frutas y verduras para darlos de comer.

En el caso que optemos por echar nuestro residuo a los contenedores municipales las administraciones pueden aprovecharla de varias formas.

Compostaje

El compostaje es un proceso de descomposición de la materia orgánica que en presencia de oxígeno (proceso aerobio), y por la acción de diferentes microorganismos como hongos y bacterias, se consigue un abono para las plantas rico en nutrientes llamado compost.

Tenemos que tener en cuenta que el volumen de materia orgánica que manejan las administraciones públicas son de toneladas, esto hace que este proceso se haga en condiciones controladas (ventilación, humedad y temperatura), y el resultado final posiblemente no sea de tanta calidad como el que conseguimos en casa.

Es difícil llegar a alcanzar una buena calidad de compost porque dicha calidad depende de lo bien que se haga la separación en origen, lo perfecto es que todo lo que vaya en la bolsa de materia orgánica, sea materia orgánica, pero se da un porcentaje que no tendría que ir en esa bolsa, estos se denominan impropios.

Estos errores de separación hacen que el compost que se obtiene no sea un compost en un sentido estricto al no ser lo suficientemente bueno y seguro para utilizar en la agricultura. Las alternativas para dar salida a este material son utilizarlo en jardinería, para restauraciones ecológicas o mejoras ambientales.

Biometanización

La biometanización es un proceso biológico en el que distintos tipos de microorganismos, en ausencia de oxígeno (proceso anaerobio), descomponen la materia orgánica. De dicha descomposición se obtiene energía en forma de biogás y un fertilizante natural llamado digesto.

El biogás se puede utilizar para el autoabastecimiento de las plantas de tratamiento, como combustible para el parque automovilístico que utilice gas o se puede inyectar a la red de gas.

En el caso del digesto se puede utilizar para la restauración de taludes o mejoras ambientales.

Beneficios de separa la materia orgánica 

Los beneficios que se obtienen de separa el materia orgánica son los siguientes:

  • Dar una nueva vida a los residuos. Aprovechamos un residuo que antes no se aprovechaba y del cual podemos sacar grandes beneficios.
  • Reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos. El objetivo de todo sistema de gestión de residuos es disminuir al máximo la cantidad de residuos que llegan a los vertederos, haciendo la separación en origen de la materia orgánica estamos cumpliendo dicho objetivo.
  • Limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. La materia orgánica en su descomposición anaerobia libera metano, gas 21 veces más contaminante que el CO2. Haciendo una buena gestión del residuo hace que dicho gas se capture evitando dichas emisiones a la atmósfera.
  • Obtener biogás para la producción de energía eléctrica. De esta forma dejamos de utilizar fuentes de energía no renovables.
  • Obtener material fertilizante. Estos fertilizantes nos ayudan a proteger y recuperar el suelo. El objetivo es obtener un compost seguro para poder utilizarlo en agricultura.

Conclusión

La gestión de la materia orgánica o biorresiduo es un paso más de las administraciones públicas para conseguir una economía circular, está en nuestras manos contribuir lo mejor posible a conseguir dicho modelo económico.

Espero que os haya quedado más o menos claro cómo se gestiona la materia orgánica, sumar este residuo en la separación en origen de nuestros hogares no es nada complicado, debemos poner de nuestra parte para que los beneficios antes planteados se sumen a lo que ya estamos haciendo. Pensemos que nuestro granito de arena ayuda a mejorar aún más nuestro entorno.

Si tenéis alguna duda dejarlo en comentarios e intentaré resolverla lo mejor posible.

Hasta la próxima!!!

Contenedores para reciclar residuos urbanos

En uno de mis post sobre residuos os explicaba los tipos de residuos generados en los hogares y la importancia de reducir su uso y gestionarlos correctamente, dicha gestión tiene su base en el conocimiento de los distintos tipos de contenedores que podemos encontrar en las calles de nuestras ciudades y pueblos. Por cada tipo de residuo vamos a encontrar un contenedor determinado, la forma de saber qué residuo va en cada contenedor es asociar cada tipo de residuos con un color de contenedor, más adelante os pongo la relación residuo-color.

El hecho de conocer muy bien qué tipos de residuos van en cada uno de los contenedores es fundamental para que dichos residuos se reciclen correctamente y no se echen a perder por una mala separación. Un claro ejemplo son los residuos de papel y cartón, si estos están en mal estado, sucios o no se echa los papeles que de verdad se pueden reciclar, puede hacer que gran parte del contenido del contenedor no se pueda reciclar y por lo tanto se tenga que valorizar de otra forma.

Contenedores de residuos

Que se dé una buena gestión de los residuos depende en gran medida de los ciudadanos, seguramente estaréis cansados de ver en las campañas para fomentar el reciclaje que hacen bastante hincapié en la «separación en origen», esto quiere decir que los consumidores tiene el papel de separa correctamente los tipos de residuos en sus hogares. Los residuos tienen que salir de nuestras casas bien separados según el tipo de residuos para poder así comenzar a reciclarlos correctamente una vez que los depositamos en el contenedor correspondiente.

Se puede dar el caso que alguno de los residuos no esté tan claro y nos puedan surgir dudas de a qué contenedor va, en estos casos os aconsejo echar dicho residuo al contenedor «de fracción resto», de esta forma no perjudicaría el proceso de reciclaje en el supuesto que se eche en un contenedor que no sea el correcto.

Otra de las cosas que os quería comentar antes de ver los tipos de contenedores es que no solo hay estos contenedores, los que os voy a explicar corresponden a los que encontramos en la calle, además hay otros contenedores para residuos más específicos que se encuentran en sitios determinados como por ejemplo en los «puntos limpios», aquí podemos encontrar contenedores para residuos eléctricos y electrónicos, para escombros, y muchos más.

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Reciclar materia orgánica

En el post que os comentaba al principio, en el que hablaba de la clasificación de los residuos, os hablaba de un tipo de residuos biodegradable, el que corresponde a la materia orgánica. Estos residuos se pueden gestionar de varias formas, todo depende del «propietario» del residuo, es decir, hay dos formas de gestionarlo, una es hacerlo tú mismo y otra es depositarlo en el contenedor de la comunidad. Los tipos de contenedores serían:

Contenedor de materia orgánicaeste contenedor en algunos municipios los podemos encontrar ya pero se están instalando poco a poco. Son de color marrón, no confundir con algunos contenedores para el aceite usado, estos también tienen tonos marrones o tirando a naranja. Es muy frecuente que este tipo de residuos se gestione a nivel particular. La materia orgánica en su fase de descomposición es un buen abono para las plantas, por este motivo mucha gente opta por gestionar este tipo de residuos ellos mismos. Para hacer compost los residuos que podemos utilizar son: restos de comida, frutas y verduras, cáscaras de huevo, restos de café, trozos de madera, poda de jardín. En los últimos años algunos ayuntamientos están empezando a gestionar los residuos de la materia orgánica de los ciudadanos, el proceso de reciclaje da lugar a compost o lo más común que es producir energía gracias al biogás que se obtiene de la biometanización.

Contenedor-restoContenedor de fracción restoeste contenedor es el más conocido y el que siempre hemos utilizado. El color de este contenedor puede variar según en el municipio en el que te encuentres, algunos pueden ser de color verde, con forma distinta al iglú del vidrio o de color gris con la tapadera naranja. Este contenedor se suele llamar «de fracción resto» porque se echa todo aquello que no va a los contenedores de reciclaje, siempre teniendo en cuenta que hay otros contenedores a parte de los que os cuento. Los residuos que podemos echar son: textil sanitario (pañales, compresas y tampones, etc.), cepillo de dientes, platos y tazas.

Reciclar envases

Contendor-envases-El contenedor para reciclar envases es el de color amarillo, la forma de este depende del municipio donde te encuentres, puede ser en forma de iglú, como la imagen que he puesto, puede ser cuadrado, con forma de un contenedor de siempre pero en este caso de color amarillo o se puede dar el caso que en tu municipio los contenedores estén soterrados, en este caso tendrá un distintivo con dicho color.

Independientemente de la forma lo que nos tiene que quedar claro es qué tipo de residuos debemos echar en este contenedor. Lo residuos que conocemos todos que deben de ir a este contenedor son las botellas de plástico, cualquier envase de plásticos e incluso las bolsas. Además de este tipo de envases también se va a gestionar en este contenedor las latas que contengan cualquier alimento o bebida y unos residuos, que según mi experiencia en colegios, resulta más complicado de ver a qué contenedor va, como son los brik, el papel de aluminio y las bandejas, normalmente blancas, de poliestireno o porexpan.

La confusión que está asociada al reciclaje de los brik se debe a que una gran parte de los ciudadanos se piensan que el brik es de papel por lo que debería ir al contenedor de papel. En estos casos es bueno abrir el brik y comprobar que está formado por varias capas, la capa exterior es de plástico, la central es de cartón, seguida de una fina capa de aluminio, y por último otra capa interior de plástico.

Se compone de tantas capas para dar más resistencia al envase y para evitar que el contenido se estropee o que se modifiquen sus propiedades al verse expuesto a la luz solar y el calor. Al tener partes de plástico y de aluminio corresponde echarlos al contenedor amarillo.

Reciclar papel y cartón

El conteneContenedores-residuosdor para reciclar el papel y el cartón es de color azul, su forma, al igual que ocurre con el resto de los contenedores, varía según el municipio. Creo que está más o menos claro el tipo de residuos que debemos depositar en este contenedor.

Lo que me gustaría destacar son aquellos residuos que no se deben depositar en este contenedor, algunos de ellos son: las servilletas, el papel de cocina sucio de alimentos van al contenedor de materia orgánica y los pañuelos de papel y cualquier resto de papel que se haya utilizado con los productos de limpieza, todos estos residuos se deben depositar en el contenedor de fracción resto.

Reciclar vidrio

Contenedor-vidrio

El último contenedor más común es el del vidrio, es de color verde y casi siempre tiene forma de iglú. Al igual que pasaba con los brik los residuos de vidrio también daba ciertos problemas a los estudiantes, pensaban que todo aquello que fuese transparente o tintado y con aspecto frágil era vidrio y por lo tanto se debería echar en el contenedor verde.

Como podéis imaginar esto no es así, tenemos que tener muy claro cuál es la diferencia entre vidrio y cristal, esto es fundamental porque el proceso de reciclaje es distinto al tener una composición diferente, el vidrio está formado por arena de sílice y el cristal está formado por óxido de plomo, y por lo tanto su punto de fusión cambia.

Una de las formas de acordarnos qué debe ir al contenedor verde es a través de un truco que contábamos a los niños, les decíamos: «todo lo que tenga tapa, tapita y tapón debe ir al contenedor de vidrio», espero que así no se os olvide. En relación a este truco sobra decir que las tapas, tapitas y tapones de metal deben ir al contenedor … amarillo!!!

Algunos de los residuos que van al contenedor del vidrio son: botellas de refresco, vino, licores, tarros de conservas, frascos de colonia y perfumes o frascos de cosméticos.

Antes de despedirme me gustaría destacar de nuevo la importancia de conocer qué tipo de residuos manejamos en casa, cómo se deben separar en origen y en qué contenedor los debemos depositar, es fundamental para que se dé una buena gestión de los residuos y mejorar así el medio ambiente.

En el post no he mencionado nada sobre el hecho de REDUCIR la cantidad de residuos que generamos, algo que deberíamos plantearnos al ver la cantidad de residuos que acumulamos.

Bueno, este es mi resumen de los tipos de contenedores para reciclar residuos urbanos, espero que os haya servido para refrescar un poco los conocimientos o para resolver alguna duda sobre la gestión de residuos, de todas formas tenéis los comentarios para preguntarme.

Hasta la próxima!!!

Obsolescencia Programada y sus consecuencias

El concepto de obsolescencia programada es un término que siempre ha estado en la boca de los expertos, y no tan expertos, al notar que una gran parte de los aparatos eléctricos o electrónicos que compramos dejan de funcionar a los pocos años. Según un estudio de la Universidad de Berlín y el Öko-Institut, relativo a la obsolescencia programada, estiman que los grandes electrodomésticos como las lavadoras, secadoras o frigoríficos, se tiene que reemplazar a los cinco años desde su compra porque dan fallos técnicos.

Seguramente os ha pasado que habéis hecho un uso adecuado de un aparato eléctrico y un día no sabes por qué ha dejado de funcionar, das mil vueltas a qué ha podido pasar pero no llegas a entenderlo. En este caso tienes dos opciones, llevarlo a reparar o adquirir un aparato nuevo. Al final seguramente tendrás que optar por la segunda opción, muy a tu pesar, porque casi siempre la opción de reparar es más cara que comprar uno nuevo, este tema también es bastante peliagudo. Pero a lo que voy, ¿sabéis que este fallo se debe lo más seguro a la obsolescencia programada?

¿Qué es la Obsolescencia Programada?

La obsolescencia programada consiste en planificar de una forma consciente el tiempo de vida útil de los productos, el tiempo que tenía que durar un producto lo marcaba el fabricante. En los casos de los aparatos electrónicos dicho tiempo está controlado por un chip con una información determinada para que deje de funcionar cuando se den dichas condiciones. Un ejemplo son las impresoras,  estas las programan para que dejasen de funcionar cuando hagan un cierto número de impresiones.

Os podéis imaginar, y seguramente lo habéis sufrido, que el tiempo de vida útil que ponen los fabricantes no es muy largo haciendo que el cliente tenga que recurrir al servicio técnico o ir a comprar un aparato nuevo.

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Aparatos electrónicos en desuso

Al principio de la Revolución Industrial los fabricantes buscaban que sus productos fuesen de calidad y que su marca se asociara a productos duraderos adquiriendo así un mayor prestigio. Fue la crisis económica de 1929 la que dio origen al termino obsolescencia programada y a la Ley de Obsolescencia Programada, dicha ley buscaba que todos los productos tuvieran fecha de caducidad consiguiendo así un mayor beneficio para el fabricante al incentivar el consumo y un aumento en la creación de empleo.

Según los fabricantes el hecho de hacer un producto duradero no salía rentable porque no ingresaban dinero hasta que este no se rompía y se podría dar el caso que esto no ocurriese nunca, un ejemplo es la bombilla del Parque de Bomberos de Livermore (California) que lleva encendida desde 1901.

Consecuencias de la obsolescencia programada

Las consecuencias de la obsolescencia programada se deben considerar desde el punto de vista ambiental y social.

Desde el punto de vista ambiental

  • Utilización de una gran cantidad de recursos naturales al tener que estar constantemente produciendo artículos. En este caso hay que considerar que algunos de los recursos naturales que se utilizar para la fabricación de algunos productos son muy escasos, un ejemplo es el coltán.
  • Acumulación de residuos. Todos los aparatos que ya no se van a utilizar se desechan y una mala gestión puede hacer que terminen en vertederos ilegales. Al tener elementos que pueden contaminar el suelo o el agua es importante que se gestionen correctamente y que se alargue la vida útil de los aparatos electrónicos para así disminuir el número de residuos que se generan.

Desde el punto de vista social

  • Fomenta el consumo. Si ya de por sí nos animan a consumir constantemente el hecho de que algunos productos tengan fecha de caducidad fomenta aún más dicho consumo.
  • Conflictos geopolíticos. Algunos de los materiales que se utilizan en la fabricación de ciertos aparatos electrónicos son tan escasos y valiosos que se están dando serios conflictos geopolíticos por su explotación, es el caso del coltán.
  • Países subdesarrollados terminan siendo los vertederos de los países desarrollados. Un ejemplo es el país africano Ghana que reciben constantemente contenedores llenos de residuos electrónicos que los países desarrollados envían como productos de segunda mano cuando la gran mayoría no funciona. Se puede ver como una oportunidad para los habitantes de Ghana al poder repararlos y venderlos pero lo cierto es que la gran mayoría no sirven para nada y terminan ocupando un espacio que pertenece a sus habitantes.

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Documental «Comprar, tirar, comprar»

Para que veáis el origen de la obsolescencia programada, cómo ha ido evolucionando y algunos ejemplos bastantes claros de la obsolescencia programada os recomiendo ver el documental de la directora y escritora Cosima Dannoritzer, «Comprar, tirar, comprar». Este documental ganó el Premio de la Academia de TV en 2011.

Conclusiones

Aunque a lo largo de todo el post me he referido a la obsolescencia programada de aparatos electrónicos dicha obsolescencia la podemos llegar a ver en cualquier producto, la obsolescencia programada no solo refleja el hecho que dichos aparatos tengan un chip con cierta información para que dejen de funcionar en un determinado momento, sino también refleja la calidad de los productos, como es lógico a menor calidad menor duración y por lo tanto más rápido hay que sustituirlo.

La obsolescencia programada, desde mi punto de vista, aún está presente en muchos de los productos que manejamos a diario, aunque hay veces que por el hecho de tener un consumo constante y querer tener lo último en tecnología no lo usamos el tiempo suficiente para que salte dicha obsolescencia programada.

Las posibles soluciones para evitar el uso de recursos, la acumulación de residuos y todo lo que implica la obsolescencia programada es:

  • Tener un consumo más responsable. Se debe buscar los artículos que tengan materiales de buena calidad para que duren el máximo de tiempo posible. De esta forma estamos favoreciendo a aquellas marcas que buscan tener un buen producto y una buena relación con el cliente más que hacer dinero a cualquier precio.
  • Exigir a la administración unas normas que eviten la obsolescencia programada y que todos los productos se puedan repara sin mucha dificultad y sin tener un alto coste. De esta forma también se favorece la reutilización. Creo que ya se está haciendo algo en relación a este punto.
  • Fomentar el ecodiseño al ser uno de las características de este tipo de diseños la capacidad de volver a incluir el residuo generado después de su uso como materia prima para hacer nuevos artículos, es lo que se denomina economía circular. Con esto se evitaría utilizar nuevas materias primas y los residuos se recuperarían utilizándolos como nutrientes de la industria.

Espero que os haya quedado más o menos claro qué es la obsolescencia programada y de esta forma poder exigir a las marcas una garantía de ciertos años para que no estemos tirando el dinero o consumiendo unos recursos que se van a perder en pocos días. Si creéis que podéis aportar algo más a este tema no dudéis en dejar algún comentario.

Hasta la próxima!!!